Situada en un lugar privilegiado, disfrutarás de unas vistas espectaculares a cualquier hora del día, especialmente al atardecer, cuando se puede admirar la sierra al completo bajo un sol cobrizo. La estancia estaba preparada para ofrecer la mayor comodidad, todo funciona a la perfección, y es evidente el cariño y esmero con el que está todo preparado. Sin duda, volveremos a visitar Casa Eralta cuando estemos en Granada.