Opinión de Tiroides sobre El Paraíso del Yayo

tiroides
Abril 2011
Nos juntamos un fin de semana un grupo de amigos para desconectar de la rutina diaria, y no pudimos haber elegido mejor sitio. Tal vez un poco complicado de llegar (por suerte el teléfono de Inma siempre está disponible), pero las curvas merecen la pena, porque al final del camino encuentras la paz y tranquilidad que estabas buscando. Sólo con poder ducharte con la ventaba abierta y viendo el paisaje que asoma, ya has amortizado el precio. El lugar, increíble, al pie de las montañas, verde por todos lados y rodeados de toda clase de animales: vacas, cabras, perros, conejos, peces... incluso papagayos o erizos, os podéis imaginar a los niños. La casa, ideal para lo que estábamos buscando. No molestas a nadie y nadie te molesta; limpia, ordenada y con todo lo necesario para que no eches nada en falta. El tiempo acompañó, así que nos pudimos dar el lujo de comer en el porche los dos días, e incluso más de uno se tumbó en la hierba a echarse una siesta. El resto, niños incluidos, pudieron echarse un partidillo de fútbol o recordar viejos tiempos jugando al futbolín.
Insisto en que tiene de todo, pero si algo necesitas, no tienes más que avisar a Inma, la guardesa, que vive a dos pasos (y no hablo en sentido figurado). Si necesitas pan, avisa a Inma, si necesitas leche, avisa a Inma, si necesitas Cola Cao para los niños, avisa a Inma, que quieres un cordero para asar, avisa a Inma (eso sí, con tiempo), que quieres ir a ordeñar una vaca, avisa a Inma... lo que sea. Tanto ella como su marido, Jesús Mari, están siempre dispuestos para que no te falte de nada.
En fin, que se lo recomiendo a todo el mundo y que estoy seguro de que no será mi último fin de semana en el valle de Soba.
Publicado el: 29/04/2011
Calidad/Precio 10
Trato 10
Instalaciones y servicios 10
Limpieza 10
Confort 10
Situación 10
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