La casa es maravillosa, está perfectamente equipada con todos los servicios, no tendrías que llevarte nada de casa si así lo deseas, se encuentra en la ladera oeste de "las Tetas de Lierganes" lo que nos permitió disfrutar del sol has el anochecer, con unas vistas al Valle del río Miera simplemente, espectaculares. Fuimos dos parejas con tres niños y estuvimos genial. Tomaos un café sentados en el ventanal del salón al amanecer, os lo recomiendo. Y para concluir, la anfitriona es un amor, todo amabilidad y facilidades. Vamos a repetir porque nos quedaron demasiadas cosas por ver.
“Buscamos dar un trato cercano y familiar. Estaremos encantados de informarte de los lugares típicos no siempre conocidos por las webs, dónde comer, qué visitar o dónde ir.”