Nos alojamos durante dos días y el trato recibido por Juana, una señora de 77 años con un encanto inigualable, ha sido excepcional. Nos sorprendió su habilidad con la tecnología y su hospitalidad insuperable. El apartamento estaba en condiciones inmejorables, muy limpio y acogedor. Además, Juana nos deleitó con un bizcocho exquisito. Recomendaría este lugar sin dudarlo. Además, la zona tiene mucho que ofrecer, con maravillosos paisajes y gastronomía.