Hemos pasado el puente de San Isidro,y la verdad que ha sido inolvidable.
Estabamos en una de las casitas grandes y para nosotros, dos matrimonios y tres niños ha sido ideal.La casa es preciosa y muy acogedora.
Todo lo que rodea a las casitas es de ensueño con unos paisajes inigualables rodeado todo de cerezos.
Sin olvidar por supuesto a sus dueños Ruben y Silvia que son encantadores y siempre dispuestos a ofrecerte lo que necesites.
No puedo dejar de mencionar esas pizzas riquisimas artesanas que ellos mismos te preparan.
En general un sitio muy recomendable nosotros seguro que repetiremos.
Estabamos en una de las casitas grandes y para nosotros, dos matrimonios y tres niños ha sido ideal.La casa es preciosa y muy acogedora.
Todo lo que rodea a las casitas es de ensueño con unos paisajes inigualables rodeado todo de cerezos.
Sin olvidar por supuesto a sus dueños Ruben y Silvia que son encantadores y siempre dispuestos a ofrecerte lo que necesites.
No puedo dejar de mencionar esas pizzas riquisimas artesanas que ellos mismos te preparan.
En general un sitio muy recomendable nosotros seguro que repetiremos.