simplemente perfecta.fuimos un grupo de amigos con niños de distintas edades, que lo pasaron fenomenal, con los animales, los burros, los caballos, jugaron al ping-pon, tiro con arco. La decoración exquisita, con todos los detalles, teníamos desayuno completo con todo tipo de dulces de la tierra, vino , todo tipo de infusiones, colacao, nestcafé, leche, había hasta hielo en el congelador....
el paisaje que parecia una postal, con la cola del pantano al fondo, y pq no fuimos en verano, pq tenia hasta patines de pedales para navegar por el pantano. si tienen posibilidad ( y encuentran disponibilidad) no lo duden, visiten esta casa.
Casa preciosa, restaurada con gusto y con unas vistas maravillosas. La casa se encuentra a unos 300 metros del pantano. La subida a la cueva con pinturas rupestres es toda una aventura (dejar el tabaco antes de empezar). Gran detalle es la botella de vino de la tierra y los dulces caseros. Si puedo, volveré con mi mujer, mis hijos y mis amigos.