Mi valoración no puede ser más positiva. Los apartamentos, son preciosos, limpios y acogedores. El entorno, prados y montañas, rodeados de naturaleza, vacas, gallinas, cabras, hacen las delicias de los niños. Las actividades para hacer por la zona, perfectas, y por supuesto, Antonio, el dueño, un perfecto anfitrión, amable, atento con el que charlar... Enhorabuena por ser así.