Las suites, la verdad que son tal y como se reflejan en las fotos. Son habitaciones muy amplias. Teníamos escogida una suite, y como tenían alguna mas libre nos enseñaron para pudiéramos decidir. La verdad que el trato recibido es muy familiar y muy correcto.El desayuno es muy bueno. El pueblo es muy pequeño, por las fechas que hemos ido estaba bastante desierto, pero los fines de semana parece que hay mas vida y sobre todo en la época de semana santa y verano. Esta muy bien comunicado. Hay un pequeño ferry que se coge en el mismo pueblo y te deja en el centro de Santander. Una forma diferente de viajar. Para hacer senderísmo y andar en bici esta muy bien preparado, con bastantes kms.