Hemos pasado una noche en la casona de Miguel. Destacar el buen trato y la amabilidad recibida. Nos permitieron salir más tarde de la hora “normal” y hacerlo sobre las 17h de la tarde, punto muy a favor.
La casa está realmente antigua, aunque cumple su función de pasar un finde o noche rural sí sería conveniente poder darle un repaso y actualización a muebles, sillas, sofas, camas, almohadas.
Está bien, aunque un poco elevado relación calidad-precio.
La casa muy hogareña, sobre todo las habitaciones muy cálidas, la noche se pasa volando, buenas actividades de ocio y deporte por la zona sobretodo por la mañana. El único inconveniente es que la cama matrimonial suena un poco.
El propósito de la escapada era pasar unos días en familia en las fechas navideñas y la experiencia ha sido imborrable.
La casa dispone de todo lo que uno "tiene en su casa", desde útiles de cocina hasta juegos de mesa.
La vida se desarrolló básicamente en el interior pero el entorno del propio San Miguel es una apuesta segura para el disfrute de la naturaleza a cualquier edad (paseos junto al rio, excursiones a pie, ocio con mascotas, etc) y además es un enclave excelente para decenas de planes culturales.
En suma, uno sale con la certeza de repetir la experiencia.
La casa está realmente antigua, aunque cumple su función de pasar un finde o noche rural sí sería conveniente poder darle un repaso y actualización a muebles, sillas, sofas, camas, almohadas.
Está bien, aunque un poco elevado relación calidad-precio.
Gracias,