Han sido unos días geniales, en los que el Cortijo el Maurel, nos ha dado la tranquilidad y descanso que veníamos buscando. La decoración de la casa esta muy cuidada y tiene todo lo necesario. No os asusteis del camino el primer día, ya que os aseguro que cuando llegas a la casa, merece la pena el pequeño inconveniente. Seguramente si estuviera junto a una carretera, perdería gran parte de su encanto. Además siempre tendreís algun conejo (a nosotros un día hasta 5) que salga al camino para hacer el trayecto más ameno. La barbacoa por la noche, los huevos de las gallinas por la mañana, la piscina a todas horas, los higos chungos que nos trajo Pepe para desayunar........ en fin, que se puede pedir más para unas vaciones inolvidables.
La casa está genial¡¡ el enclave ideal si lo que buscas es tranquilidad.. el alrededor está lleno de conejos que te alegran la estancia .. es cómo si estuvieras en medio de la nada.. desconexión total de los ruidos para disfrutar de la Naturaleza.. las instalaciones son completísimas .. y tienen absolutamente de todo con respecto a menaje y cuándo digo de todo es de TODO.. es impresionante.. cuándo estuvimos hicimos barbacoa y comimos junto a la piscina.. que momento¡¡ encima los huevos de las gallinas que tienen.. es cómo una minigranja je je buenísimos.. en fin.. que os lo recomiendo a tod@s¡¡ se pasa muy bien¡¡ Además los dueños.. muy agradables y simpáticos¡¡
Me ha encantado todo absolutamente, hemos pasado un fin de semana mi pareja y yo y la casa tenía de todo. También tienen gallinas y puedes coger los huevos, imaginaros frescos frescos. Es una casa que te aporta muchas más cosas que las normales, a mi me ha encantado
Ante todo, queremos darles las gracias a Jose y a Carmen, los dueños, la atención y amabilidad que han tenido para con nosotros, cuyo trato ha sido acorde con la intimidad y privacidad que la finca proporciona a quienes pasan allí unos días (que se hacen cortos, os prevengo). Un entorno precioso, unas vistas increíbles, una casa preciosa y muy acogedora llena de detalles, y unas gallinas que cada día se preocupaban de que desayunáramos huevos frescos todos los días : )
En fin, que todo son elogios, de modo que ya hemos amenazado a Carmen y a Jose con volver en cuanto tengamos unos dias.
Muchas gracias a los dos!