Cueva de la Vaquera, o de Fuente Dura

Situada en el término municipal de Losana de Pirón es un lugar de gran belleza y rodeada de yacimientos de varias épocas. Aparecieron allí, a parte de enterramientos de otros momentos posteriores (Bronce inicial) niveles que abarcan desde el 3700 a. de J.C. al fin de la Edad de Hierro, en torno al siglo II a. de J.C. Las cerámicas recuperadas allí han sido abundantes, y pertenecientes a las de tipo Vaso Campaniforme.
Posiblemente durante el Neolítico estas cuevas se debieron emplear como habitaciones y también como Necrópolis.
Ya en el Bronce antiguo aparece el Campaniforme de tipo Ciempozuelos. Apareció un enterramiento, removido de antiguo, pero sellado por nuevas capas de sedimentos. En conexión con estos restos, en posición fetal y rodeados de piedras, se encontraron los tres típicos vasos de tipo Ciempozuelos, vaso, cazuela y cuenco, que forman el conjunto.
Los primeros trabajos arqueológicos fueron llevados a cabo por D. Alonso Zamora Canellada (1.974,1976). Así mismo, en 1.977, este investigador localizó la mayor parte de los yacimientos que en la actualidad se conocen. En 1.988 se reinician los trabajos, por parte de Municio y Barahona, que se prolongan hasta 1.992.
Respecto al resto de yacimientos, si bien la ocupación humana ha sido constante hasta nuestros días, merece la pena destacar la Edad del Hierro, donde destacan dos poblados, situados en la confluencia de los ríos Pirón y Viejo. El primero de ellos, el Cerro de la Sota ocupado, en principio, desde el siglo VII a. de J.C. hasta mediados del siglo II de J.C. El segundo de ellos, el Castrejón, se ubica con posterioridad, probablemente en torno al siglo IV a. de J.C., y se desocupa en un momento similar al Cerro de la Sota.