Casa muy acogedora y bien decorada, en un ambiente de absoluta tranquilidad, ideal para pasar unos días de calma y relax cerca de Segovia, como si realmente te encontraras en tu propia casa. Los dueños, muy atentos, siempre pendientes de lo que puedas necesitar, y la comida, simplemente genial. Me gustó mucho probar la cerveza ecológica que tienen.
la casa era preciosa y el trato con la dueña fenomenal. Lo que no me gustó es que no nos avisara que la presión del agua en la casa era deficitaria. La incomodidad de ducharse con muy poca agua era bastante molesta. por lo demás la casa estaba muy limpia y era muy coqueta.