Genial experiencia. Muy cerquita de la playa y del centro, con supermercados cerca, con cochera privada (imposible aparcar en Punta en verano), al lado de la estación de bus. Casa muy silenciosa, en un jardín de pinos impresionante, vistas al mar. La casa es muy grande y fresquita, y no le falta de nada. El año que viene vuelvo seguro