Zona supertranquila. Casa perfectamente equipada con todas las necesidades y algún que otro lujo. Los niños pequeños se lo pasan en grande corriendo por el patio y saltando en la cama elástica. Por poner alguna pega está un poco alejada de la playa. El anfitrión, bueno su hermano, muy atento y siempre disponible aunque prácticamente no lo hemos necesitado.