Qué ver en Maderuelo

De camino hacia Aranda de Duero partiendo de Ayllón se llega al pantano de Linares, el río Riaza que a la altura de Languilla recibe las aguas del Aguisejo, comienza a ensancharse a unos pocos kilómetros pasado Aldealengua de Santa María, cuando el río deja de ser curso fluvial y pasa a ser pantano, aparece ante nosotros como si de un barco se tratara, la Villa de Maderuelo, misteriosa por su vínculo con los Caballeros del Temple y rica en signos y leyendas.
Enclavada sobre una colina y rodeada por el pantano destaca esta Villa parcialmente amurallada, su belleza no solo estriba en la proximidad al pantano, donde podemos disfrutar de lugares y paisajes de gran encanto, sino que una vez traspasada la puerta de la muralla, entramos en un conjunto urbano de estilo románico en el que destacan la Iglesia de San Miguel y una vivienda adosada a la muralla que en tiempos sirvió de fonda.
Pasear por sus calles nos traslada a una época en la que las prisas y el estrés eran algo desconocido. Sus casonas, sus calles empedradas, sus iglesias, todo hace que Maderuelo deje un recuerdo imborrable en la memoria de todo el que la visita.



La historia de la Villa y Tierra de Maderuelo forma parte de la historia de la reconquista y repoblación de la España medieval.
Las tierras de la actual Maderuelo, eran deseadas por los conquistadores cristianos, eran tierras agrestes y altas, idóneas para la defensa de la frontera marcada por el curso del río Duero.
Los primeros habitantes de la Villa de Maderuelo fueron las tropas de la reconquista, las cuales levantaron un castillo que sería vanguardia de la defensa de los territorios cristianos. Una vez poblada por el ejercito y amurallada, se procedió a la repoblación civil, para ello se atrajo a los colonos concediendo franquicias confirmadas por los fueros y en las cartas de población. En aquella época Maderuelo dependía de la Villa y tierra de Sepúlveda y formaba el ochoavo de Maderuelo.
En el siglo XII la villa y Tierra de Maderuelo es agregada al obispado de Segovia y desde el siglo XII hasta el XV es usada como moneda de cambio en las transacciones y cambios dinásticos.
En el S-XV pasa a manos de la Reina de Navarra, Doña Leonor, la cual la ofrece como dote de la boda (que no se llevó a cabo) de su hija la Infanta al Infante Don Juan de Aragón y de Sicilia, este con posterioridad nombra a Don Diego Gómez de Sandoval, regidor de la Villa de Maderuelo. Pero en 1426 el Infante Don Juan llega a ser Rey de Navarra y troca (1430) la villa por la de Castrogeriz, de esta manera pasa de manos de Don Diego a manos del Condestable de Castilla Don Álvaro de Luna.
En la época de los Reyes Católicos Maderuelo se vio inmersa en una serie de luchas señoriales por su posesión, hasta tal punto llegaron dichos pleitos que los mismos Reyes tuvieron que tomar cartas en el asunto, por aquella época el Conde de Osorno regia los destinos de Maderuelo y Don Juan Pacheco solicitó la intervención real, la cual se llevo a cabo por medio de Don Rodrigo Mejia , hasta finales de 1480 no se produjo el paso de la posesión a Don Juan Pacheco.
Maderuelo al igual que muchas poblaciones españolas sufrió las consecuencias traumáticas de la invasión Napoleónica, algunos de sus habitantes fueron llevados a Aranda de Duero como rehenes y otros lucharon en las filas de los ejércitos nacionales. Pero de dicha época lo que más influyo, fue la reforma napoleónica de la geografía provincial de España. En las cortes extraordinarias de 1812 se promulgo con carácter provisional, por real decreto de 27 de enero de 1822, la división del país en 52 provincias, con límites distintos de los tradicionales, quedando Fuentemizarra y Maderuelo, gran parte de Ayllón y Montejo anexionados a Burgos, esto solo duró un año al ser derogado por Fernando VII.