Qué ver en Roda De Isabena
La antigua sede episcopal de la comarca de la Ribagorza dista 28 kilómetros de Graus, hay que atravesar el puente sobre el río Esera, en dirección a Capella.
El valle del Isábena empieza allí misrno. Más arriba -siempre río arriba-, un nuevo puente, una vez rebasado el barranco de San Esteban. A esa misma altura nace la pista que lleva a Cajigar. Finalmente, un tercer paso para ganar la margen derecha del río Isábena. La carretera se estrecha y va ganando altura, entre curvas. Al fondo se divisa Roda.
Sólo la catedral justifica el viaje a Roda de Isábena, por la importancia de la construcción y por la historia y el arte que atesora. La edificación se inició en tiempos de Sancho Ramírez y la consagración catedralicia, bajo la advocación o lugar en el año 1.068.
Sin embargo, las obras se prolongaron durante dos siglos más. Después se introdujeron importantes reformas a lo largo de los siglos XVII y XVIII. Es posible seguir, por tanto, la huella arquitectónica de siete siglos, desde el XI, al que corresponde la parte mas antigua de la catedral, al XVIII.
El interior consta de tres naves de cañón corrido -apuntado el de la central, más alta que las laterales-, que terminan en otros tantos ábsides semicirculares.
La cripta de San Ramón se encuentra bajo la capilla del altar mayor.
Es de forma rectangular y se entra por tres arcos de medio punto, a los que siguen diez columnas dispuestas en dos hileras. Frente se puede admirar el sepulcro del que fue famoso obispo de Roda, en el siglo Xll. En los laterales de la cripta, sendos nichos con arquetas de plata, donde se guardan las reliquias de San Ramón y San Valero.
El claustro corresponde al siglo XII. La arquería de medio punto muestra buen número de epígrafes funerarios. En el centro, un pozo que recoge el agua de lluvia. Abundan las pinturas murales de diversas épocas. Ni que decir tiene que la Catedral de Roda es monumento nacional.
Preside, en el centro, una silla de tijera, obra oriental del siglo noveno, tallada en madera de boj y decorada en su totalidad. Es llamada silla de San Ramón.
