Villa oscense situado en el Somontano de Huesca, concretamente en la carretera que une la ciudad con Barbastro, otro municipio de la comarca. Se encuentra en un valle que une a Antillón con sus apreciadas murallas, aunque también enlaza con la Sierra de Guara y los monasterios de San Cosme y San Damilán. Todos los monumentos arquitectónicos de la zona destacan por su construcción gótica o románico-tardía; y el total de casas oscila entre las cien viviendas.
Es una región que prima entre las demás por su inédita elaboración de pan y sabrosas tortas que dejan irresistible a cualquier visitante que las prueba. Dentro de su gastronomía, es gustoso probar todos los productos de caza como conejos y perdices, así como suculentos pescados adoptados de la cultura vasca.
Como fiestas patronales existen dos, entre ellas podemos señalar San Blas el 3 de febrero y el primer domingo de octubre.
Por otro lado, como viviendas vacacionales más transitadas se podrían apuntar las siguientes: Casa Marzo o Casa Oliva. Para los paladares exquisitos, se recomienda ir a comer a la Abadía de Siétamo o a La Marmita de Guara.
En última instancia, necesario saber los lugares de interés más concurridos en esta zona del Somontano de Huesca, entre ellos destacamos: Junzano, localidad al norte de Angués; Las Casas de Campo Nais Torres; El Barranco la Tejería.