El mes pasado, por circunstancias del trabajo, tuve que coger de repente una semana de vacaciones. No tenía previsto nada, por lo que decidí moverme por mi tierra y descubrir alguna zona nueva. Me decidí por Cicera, un precioso pueblo del valle de Peñarrubia. Allí me alojé en una posada que se llama \\\\\\\\\\\\\\\"La Escuela de Cicera\\\\\\\\\\\\\\\". Me gustó mucho porque es un lugar en el que se respira tranquilidad y se encuentra totalmente integrado en el pueblo. Se come muy bien y además Bruno, el dueño es un tío muy majete. Me indicó algunas rutas de senderismo para hacer, entre las que destacaría la de la \\\\\\\\\\\\\\\"Braña de los Tejos\\\\\\\\\\\\\\\", aunque hice alguna otra muy guapa. También me indicó Bruno alguna otra visita que me hice con el coche. En fin, que me salió una semana redonda y encima en Cantabria, cerquita de casa. Además me hizo buen tiempo, no me gasté mucha pasta y conocí un nuevo rincón precioso de Cantabria.
Quisiera dar las gracias a Bruno por su hospitalidad y a los paisanos con los que charlé cuando salía a dar mis paseos.
Quisiera dar las gracias a Bruno por su hospitalidad y a los paisanos con los que charlé cuando salía a dar mis paseos.