Un fin de semana para el recuerdo. Todo ello gracias primero a la compañía, somos un grupo de 6 amigas de la adolescencia y nos encontramos en distintas ciudades, y este fue un punto intermedio ideal para reunirnos. Además, la casa está muy bien cuidada y la limpieza es excepcional. Las camas son muy cómodas. La única pequeña objeción es sobre los dos sillones de mimbre del salón que son algo incómodos para charlar por largo tiempo. Pero en general, es de lo mejor que hemos visto hasta ahora. No estamos seguras de si volveremos, ya que nos gusta cambiar de lugar, pero sí que vamos a recomendarla al 100%. Un saludo a Carmen, la propietaria, que ha estado muy atenta en todo momento y a Lorena. Gracias.