Pasamos un puente de diciembre inolvidable. No era la primera vez que íbamos y, como siempre, la casa resultó muy acogedora, como si estuviéramos en nuestro propio hogar y con todas las comodidades. El trato con los dueños, Pedro y Susana, fue maravilloso y siempre estuvieron atentos. Ya queremos regresar.