Nos hospedamos en la casa en noviembre, éramos 5 familias con niños, y la elección fue acertada. Cada habitación tiene su propio baño completo y las zonas comunes son amplias, lo que nos permitió estar muy a gusto. La vía verde pasa justo al lado de la casa. El pueblo es pequeño pero encantador, con elementos interesantes en sus calles, como una antigua cosechadora, una pequeña laguna con patos y ocas y columpios en la zona de la plaza. Sin duda, repetiremos la experiencia.