Hemos conocido por primera vez esta casa y desde que hemos llegado hasta la triste hora de irnos ha sido una experiencia inolvidable. El patio central, los coches todos aparcaditos, el enorme salón, los basales donde no falta ningún tipo de vaso, la cocina en isla, la piscina de sal, las piedras enormes de granito aquí y allá, la gran escalera, el aroma que cuidan con esencias en cada rincón de la casa y las habitaciones, la pasarela superior que une todo el conjunto, una barbacoa XXL y alguna otra sorpresa con mil sensaciones nuevas por descubrir. Hemos estado cerca de 18 personas y dos perros y volveremos sin duda.