2 adultos y 3 niños de 11, 10 y 8 años pasamos allí una semana de agosto, que, además, coincidó con la semana de fiestas del pueblo.
El resultado es que si ya solamente la casa (incluimos aquí el fabuloso merendero con el horno y la barbacoa "profesionales") y el entorno son extraordinarios, el añadido de las fiestas, que se preparan con tanto cariño y que resultan entrañables, hace que marches de allí con una pregunta: ¿Cuándo podemos volver? Este año es una pena, porque, al menos desde Madrid, no hay puentes próximos, por lo que estamos dilucidando qué fin de semana elegimos para poder contemplar la evolución del entorno que nos comentó Benito (el dueño: una persona encantadora); Finales de Septiembre: la berrea de los ciervos en los montes de enfrente de la casa; en Octubre, el cambio de color de los árboles y en Noviembre las primeras nieves.
Un sitio recomendable para cualquier actividad: a nosotros nos sirvió para conocer unos pueblos de los alrededores muy peculiares y para realizar unas marchas a pie (la cascada, el pueblo abandonado, ...) que nos desintoxicaron a los adultos y a los pequeños les sirvió para seguir amando la naturaleza.
El resultado es que si ya solamente la casa (incluimos aquí el fabuloso merendero con el horno y la barbacoa "profesionales") y el entorno son extraordinarios, el añadido de las fiestas, que se preparan con tanto cariño y que resultan entrañables, hace que marches de allí con una pregunta: ¿Cuándo podemos volver? Este año es una pena, porque, al menos desde Madrid, no hay puentes próximos, por lo que estamos dilucidando qué fin de semana elegimos para poder contemplar la evolución del entorno que nos comentó Benito (el dueño: una persona encantadora); Finales de Septiembre: la berrea de los ciervos en los montes de enfrente de la casa; en Octubre, el cambio de color de los árboles y en Noviembre las primeras nieves.
Un sitio recomendable para cualquier actividad: a nosotros nos sirvió para conocer unos pueblos de los alrededores muy peculiares y para realizar unas marchas a pie (la cascada, el pueblo abandonado, ...) que nos desintoxicaron a los adultos y a los pequeños les sirvió para seguir amando la naturaleza.