Estuvimos varios días con nuestros hijos y nos encantó a grandes y pequeños. Destacar la originalidad de la casa, su limpieza, comodidad y por supuesto sus increíbles vistas. Solo por cenar una noche en la azotea disfrutando del maravilloso castillo de La Iruela merece la pena. Igualmente reseñable es la atención de Nuria y Vicky. En su conjunto un 10! Una experiencia para repetir y recomendar