Hemos pasado cuatro días en este alojamiento, y todo ha ido muy bien.
La habitación y todas las instalaciones muy limpias, y las vistas impresionantes.
Juan Carlos es una persona muy atenta y siempre está pendiente de que estés a gusto y disfrutando.
Sin ninguna duda para repetir
Hemos estado 4 noches mi marido ,mi hijo de 15 años y yo ,la habitacion triple donde nos alojamos limpisima ,colchones cómodos ,sólo un impedimento del que sí fuí advertida por telf. antes de ir ,pero que al final resultó incómodo ,el baño de nuestra habitación estaba fuera de esta y no había un solo cqjon en el armario ,no cómoda ,por lo que tuvimos que dejar parte de nuestra ropa en las maletas ,el desayuno a mi gusto demasiada bolleria industrial ,hubiera preferido unas tostadas de pan con aceite y tomate ,pero tambien es verdad que el precio es de 3€ ,Juan Carlos el propietario muy amable ,pero ten en cuenta como crítica constructiva lo de los cajones ,importante en una habitacion triple .
INCREIBLE!! Es lo único que puedo decir. TODO FANTASTICO, Juan Carlos encantador, la habitación donde nos alojamos mi pareja y yo genial, el pueblo precioso ¿Que mas se puede pedir? Desde luego que repetiré.
LO MEJOR DE LO MEJOR-EL TRATO MUY FAMILIAR.UN LUGAR EXQUISITO.LOS PROPITARIAOS MUY ATENTOS.DE CORAZON .SOLO PUEDO DECIR GRACIAS ,POR UNAS VACACIONES INOLVIDABLES.VOLVEREMOS.
Trato personalizado y exquisito. No esperéis que os atienda "de usted" una persona fría en traje y corbata, el trato es muy cercano y familiar, lo cual te hace sentir como en casa.
Limpieza EXTREMA, hasta un punto exagerado de lo pendientes que están en este apartado. Se lo curran muy mucho.
Los apartamentos espectaculares, de 70 metros, los dejan tan relucientes que parecen nuevos!
Las habitaciones sueltas con cama de matrimonio, lo cual se agradece para parejas.
El desayuno por 3 euros tienes todo el café que quieras (muy bueno, no el aguachirri de los hoteles), dos tostadas recien hechas y barra libre de bollería. Si tenéis algún capricho extra podéis pedírselo a Juan Carlos y si puede lo atenderá.
Lugar precioso desde donde hay bellas vistas, pudiendo dar de comer a las gallinas, ovejas... en plena naturaleza. Para los niños además hay columpios y una canasta de baloncesto.
Para los mayores hay barbacoas que son una gozada.
Piscina muy coqueta con el agua cristalina y limpísima.
Para comer hay un restaurante de 10 a 5 minutos andando con menú del día y carta (muy recomendable).
El propietario os hará de guía turístico según el día que haga (soleado o lluvioso).
Lo recomendamos por su relación calidad precio, el sitio es estupendo, las vistas, el apartamento, la zona y la atención del propietario que en todo momento estuvo pendiente de nosotros para hacer más agradable la estancia y para ayudarnos con las rutas turísticas.
La habitación y todas las instalaciones muy limpias, y las vistas impresionantes.
Juan Carlos es una persona muy atenta y siempre está pendiente de que estés a gusto y disfrutando.
Sin ninguna duda para repetir