Mi familia y yo hemos pasado unos días inolvidables en Villa Filomena.
La casa, espaciosa y fresquita, nos ha permitido dormir a pierna suelta a pesar del sofocante calor de agosto.
La piscina, limpia diariamente, la hemos disfrutado a tope.
Los niños se han divertido de lo lindo, y los mayores hemos podido desconectar del trajín de nuestra vida diaria.
Cati, la propietaria, nos obsequió a nuestra llegada con una tarta deliciosa, de la que dimos buena cuenta, y también nos regaló unas verduras recién recogidas de su huerta. Todo un placer.
Esperamos poder volver en otra ocasión. Ha sido una estupenda experiencia.
La casa, espaciosa y fresquita, nos ha permitido dormir a pierna suelta a pesar del sofocante calor de agosto.
La piscina, limpia diariamente, la hemos disfrutado a tope.
Los niños se han divertido de lo lindo, y los mayores hemos podido desconectar del trajín de nuestra vida diaria.
Cati, la propietaria, nos obsequió a nuestra llegada con una tarta deliciosa, de la que dimos buena cuenta, y también nos regaló unas verduras recién recogidas de su huerta. Todo un placer.
Esperamos poder volver en otra ocasión. Ha sido una estupenda experiencia.