Casa maravillosa, muy hermosa y llena de detalles, los dueños son muy atentos y simpáticos. Nos sorprendió gratamente, nos dejaron refrescos fríos en la nevera y muchas cosas para el desayuno (café, pan, mantequilla, paté, jamón, etc.). Muy recomendable para ir con familia y amigos. Espléndido. Gracias a Rubén, el propietario, por su hospitalidad y amabilidad. Volveremos.