este finde, hemos estado mi marido y yo, la casita es encantadora, tiene de todo. Con una chimenea que es una delicia. Vamos, ¡para no salir de allí en todo el día!. Pero... hay que salir y ver los alrededores, son preciosos. el pueblo es como los de antes, la gente muy familiar y acogedora. Un paseo por el río y vienes super relajado para empezar la semana en el trabajo con alegría. VOLVERE.