Todo estupendo: la casa preciosa y muy grande, pero a pesar de ello muy confortable gracias a la decoración y a la calefacción q junto con la chimenea q encendimos con la leña q nos proporcionó el propietario amablemente ,y cuyo trato fue siempre muy cordial y divertido, nos sentimos como en casa. La piscina es una pasada aunq claro no pudimos usarla por ser cubierta pero no climatizada y ahora en invierno en Ávila el agua está helada!!, pero si encargamos q nos calentasen el yacuzzy con antelación y disfrutamos d un peq circuito de spa y sauna q nos encantó. Luego nos comimos una barbacoa con carne de la zona (espectacular) q hicimos fuera con carbón por lo d prohibido hacer fuegos en el campo, pero nos la comimos dentro para no pasar frío en el porche, q por cierto es también grande y comodisimo. Rematamos dando un paseo por la zona para coger piñas y algún búscalo ( solo uno!!) y volvimos a dormir en esas fantásticas camas con el silencio del campo. Una gozada. Gracias Felix por tu atención y por tu casa