Totalmente recomendable. Hemos estado en el apto pequeño y hemos salido encantados. El lugar supertranquilo y en un punto estrategico para realizar 1000 y una visitas. El apto es muy acojedor. La habitación es muy amplia y cómoda. Hemos dormido como los ángeles. Al resto no le falta nada y está todo muy nuevo y limpio. El jardin ideal para los pequeños. Lo de abrir la puerta y estar en el campo sin ningún peligro les da mucha libertad. Las vistas: espectaculares. Y no quiero acabar sin hacer una mención especial a Lola, su dueña, muy atenta en todo momento y poniendo mucho cariño en lo que hace. Nos recibio con un delicioso bizcocho casero y nos dio a probar leche de sus vacas y su mantequilla ( un manjar ). Gracias por todo y espero que nos volvamos a ver.