Hemos pasado una semana de agosto en la casa y hemos vuelto encantados. La casa es perfecta, tiene todas las comodidades, está muy bien cuidada y la decoración está hecha con muy buen gusto. Todo eso hace que la estancia se haga muy cómoda, como si estuvieras en tu propia casa. El entorno, para quien no lo conozca, está a la altura de la casa, está cerca de las playas y cerca de pueblos y ciudades bonitos, y a la vez se encuentra ubicada en un lugar muy tranquilo, silencioso y rodeado de naturaleza, para quien prefiera hacer vida tranquila, andar por el campo o ir en bicicleta. Hemos tenido suerte con el tiempo y hemos pasado la mayor parte del tiempo en ese maravilloso porche que tiene la casa. A quien quiera ir no se arrepentirá, pues a todo esto que comento hay que sumar la amabilidad de Miguel y su mujer, que nos han atendido muy bien en todo lo que hemos necesitado, y han tenido unos detalles muy generosos que mejoran aún más si cabe el recuerdo de unas vacaciones perfectas. Que pena no haber podido ir más días. Esperamos volver pronto.