Tuve el placer de ir a La Valleja hace unos años. Y recuerdo la semana como si fuera ayer. Increíble. La casa, los alrededores, los desayunos de Paula y sus mermeladas caseras. Alejandro entonces era más pequeño, jeje. Pero la recomiendo y recomendaré siempre. El entorno es espectacular, bien comunicada, cerca de todo, pero alejada para desconectar.
Se que volveré.... es de 10
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