Llegamos al pueblo tarde en la noche el viernes 2 de junio de 2017. María nos atendió con una cálida bienvenida. Después de cenar en el restaurante de su padre, nos dirigimos a nuestros apartamentos que estaban excepcionalmente limpios y espaciosos. Fue una estadía muy cómoda durante las tres noches que estuvimos allí. ¡Muy recomendable!