Un sitio maravilloso y una casina preciosa. El interior es muy acogedor, bien para cuatro personas (incluso 2 bebés llevábamos nosotros). Es verdad que es pequeñín,sobretodo la zona salón, pero la cuenta. Y además la terracita privada que tiene con porche es muy agradable.
También hay aparcamiento privado y una zona para hacer barbacoas y cenar-comer muy agusto atechados. Hay una mini zona de columpios que está bien,aunque es para niños más mayores.
Y por último la dueña, Isabel, un encanto. Esta al lado de la casa para cualquier cosa, muy atenta.
También hay aparcamiento privado y una zona para hacer barbacoas y cenar-comer muy agusto atechados. Hay una mini zona de columpios que está bien,aunque es para niños más mayores.
Y por último la dueña, Isabel, un encanto. Esta al lado de la casa para cualquier cosa, muy atenta.