Segunda estancia en Riera y reafirmo que es una maravilla. Sari y Carles han construido un proyecto muy bonito, coherente y cuidado. Tanto el entorno como la casa son lugares mágicos, que hacen de la estancia un lujo. En nuestro caso, además, la comida (el menú, productos de proximidad, la adaptación a otras opciones alimentarias..) junto con la ayuda de Marta y Juande ha sido una suerte.