Estuve una semana este verano con mi familia, y la verdad es que fue como estar en casa. Los dueños fueron muy amables (gracias Felipe por todo) y la estancia fue cómoda y agradable. Pensamos volver pronto
Estuvimos el último fin de semana de Julio, tuvimos suerte con el tiempo y no llovió nada, aunque uno de los encantos que tiene también es ese y gracias a esas lluvias podemos disfrutar de ese maravilloso paisaje. La casa está nuevísima, limpísima y muy cómoda. Fuimos con dos niños y fué genial, ya que tienen una habitación familiar para ello ( cosa que es bastante complicado de tener). Los dueños Felipe y Mariví, son encantadores. En todo momento nos facilitaron la estancia, nos dijeron las mejores rutas para ir con los peques y cómo y qué ir a ver para aprovechar el fin de semana al máximo. ¡¡¡Se lo recomiendo a todo el mundo!!! Por cierto, las camas comodisimas y las almohadas de visco IMPRESIONANTE.