Al igual que el Palacio de los Condes de Toreno, también tiene incoado similar expediente, pues ha sido declarado Bien de Interés Cultural del Principado. Este palacio, que perteneció a otra poderosísima familia –los Omaña-, está situado en La Plaza, junto a la Basílica de Santa María Magdalena.
De soberbia construcción, su fachada ha sufrido alguna alteración, así como sus interiores. Se construyó a mediados del siglo XVI en estilo renacentista con influencias góticas y estructura clásica palacial, aunque posteriormente modificado: reedificado en 1846 y con fachada muy modificada a principios del siglo XX.
Destaca el enmarque plateresco del vano de la torre izquierda y la acumulación de escudos sobre el arco de acceso. Conserva parte de la excelente sillería rococó de los condes de Toreno y una portada en arco de medio punto con amplio dovelaje y se distribuyen por la fachada diversos elementos sin excesiva simetría. En su parte izquierda destaca una ventana, enmarcada con abundante decoración tallada en la piedra, de estilo plateresco, y un patio de columnas con capiteles también de ese momento.
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