El centro antiguo de la ciudad se sitúa en la Plaza de la Constitución, que ocupaba la acrópolis del castro celta de Untia. La Casa Consistorial es un edificio neoclásico del siglo XVIII. La torre municipal, alzada en el siglo XVI, está adosada a los ábsides de la iglesia de Santiago.
El templo es un hermoso ejemplar de estilo románico-ojival gallego del siglo XV, mandado construir por Fernán Pérez de Andrade. La portada principal, con cuatro pares de columnas, es un ejemplo de la pervivencia del románico en las construcciones religiosas gallegas, que llega en algunos casos como este hasta comienzos del siglo XV.
Frente a la iglesia se halla el Pazo de Lanzós. Se terminó en 1621 y ofrece, restaurado, un bello aspecto con su balcón tribuna y el gran escudo con las cinco lanzas de los Lanzós.