Se trata de un molino antiguo restaurado en un emplazamiento rodeado de naturaleza excepcional. Un manantial, varios arroyos, una vegetación sublime con numerosas especies de aves, y unos campos repletos de membrillos en flor que nada tienen que envidiar al Valle del Jerte. Senderos, paseos por la subbética, buitres, fósiles... y cerca de poblaciones para visitar, no perderse el Castillo de Carcabuey y la buena cocina de sus restaurantes. Ideal para niños, y disfrutar en familia. Tranquilidad y naturaleza en un ambiente rural 100%.