Se encuentra frente a las costas de Santa Pola. Es de forma alargada y la población reside en uno de los lados. Hay barcos barcos que salen desde Alicante y Santa Pola hasta la isla. En el interior está la Casa del Gobernador, convertida en hotel.
Desde el pueblo de Santa Pola, salen diariamente barcos hacia la isla. Es el único medio de comunicación con la isla.
El pequeño pueblo que hay, estaba rodeado de murallas, de las cuales sólo quedan tres puertas.
El pequeño archipiélago de Tabarca, única isla habitada de la Comunidad Valenciana, se encuentra situado a 11 millas de Alicante, frente al cabo de Santa Pola.
Declarado como conjunto histórico artístico en 1964, y reserva marina en 1986, pertenece actualmente al término municipal de Alicante.
Está formado por una isla principal, isla Plana, de San Pablo o Nueva Tabarca (por los tres nombres es conocida), de forma alargada, con unos 1.800 mts. de longitud y una anchura máxima de 400 mts., y varios islotes: el de la Cantera, la Galera y el de la Nao, además de numerosos escollos como el del Negre, Roig, Cap de Moro, Naveta, etc.
Esta isla fue históricamente lugar estratégico muy codiciado, ya que podía ser utilizado como avanzadilla para vigilancia de las costas circundantes, de la misma forma que servir como base para un ataque a tierra.
De tal manera, a través de las referencias históricas recogidas por diversos autores, así como la investigación arqueológica que lleva a cabo en los últimos años la Unidad de Conservación del Patrimonio Histórico Artístico del Ayuntamiento de Alicante (COPHIAM), sabemos del establecimiento de población de una forma más o menos temporal en la isla, desde como mínimo época tardorromana (s. IV d.C.)
El conjunto natural de Tabarca, con sus aguas transparentes, sus fondos marinos y su abundante fauna y flora, fueron determinantes a la hora de declararlo Reserva Marina en 1986.
El carácter subtropical de las aguas invita constantemente al baño y ofrece al buceador el panorama de abundantes bancos de peces, estrellas de mar y una gran diversidad de algas que forman una increíble gama de colores.
Antiguamente fue utilizada como base por los piratas berberiscos. En la actualidad, Tabarca en un importante destino turístico durante los meses de verano.
Siguiendo los planteamientos urbanísticos del siglo XVIII, se edificó una ciudad como una maqueta perfecta, rodeada de impresionantes murallas, muy bien conservadas en su mayoría, y con acceso a través de tres grandes portadas: la puerta de San Rafael, que queda al lado de Levante; la de San Gabriel, mirando a poniente, y la puerta de San Miguel, con vistas a la ciudad de Alicante, que desemboca en un acantilado bajo de roca redondeada llamado por los lugareños «El Puerto Viejo».
Pero lo que más llama la atención al visitante, por su monumentalidad, es la Iglesia de estilo barroco, que resalta sobre el perfil de la isla.
Otro edificio histórico es la antigua Casa del Gobernador, completamente restaurada en la actualidad como hotel. Una construcción en la que resaltan los detalles de la vivienda original, conservando arcos y muros que parecen hechizar a los huéspedes que deciden hacer noche allí. Los solitarios meses de invierno ofrecen la posibilidad de integrarse más en la vida cotidiana de la isla, alterada durante el verano por la gran afluencia de turismo. Aprovechar la temporada baja del hotel es una estupenda ocasión para el relax.
A pesar de la pequeña extensión de la isla, no hay tiempo para el aburrimiento. Un recorrido por el campo permite contemplar el Torreón de San José y el antiguo faro, hoy restaurado para albergar un interesante laboratorio biológico que sirve de base a la Reserva Marina.
Continuando con el paseo encontramos el pequeño cementerio, desde donde se divisa el islote de la Nao, concurrido refugio de la notoria comunidad de gaviotas que habita en Tabarca.
Si el calor aprieta, vale la pena bajar a tomar un baño a alguna de las muchas calas empedradas que forman la costa, ideales para disfrutar del aislamiento. Y cómo no, unas simples gafas de bucear nos abren un incomparable paisaje submarino, plagado de distintas especies.
En verano cualquier deporte naútico tiene cabida en Tabarca, su situación facilita la práctica de la vela, el windsurf o el sencillo paseo en barca por los fantásticos islotes que la rodean.
Durante el invierno, la isla presenta un panorama solitario y tranquilo, ideal para largos paseos por el campo. Cambia completamente su aspecto en primavera, desprendiendo un aroma que el visitante no olvidará nunca. La reducida población que habita la isla en esa temporada invita a la tertulia en los bares que permanecen abiertos.
La Isla de Tabarca es la única isla habitada de la Comunidad Valenciana. Un paraíso perteneciente a Alicante y situado frente a Santa Pola. Descubre cómo llegar y qué hacer en ella.
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