Qué ver en San Martin De Trevejo
El término se extiende sobre el borde occidental de la Sierra de Gata; al E. y a lo largo de todo el perímetro meridional, corre una línea de cumbres que va desde el cerro Jalama (1.494 m.), alto de la Nevera y cerro de la Bucha, hasta los cerros Cumbre (donde la sierra se interflexiona ligeramente hacia el O.), de la Manta y Cachaza (730 m.). En el resto se abre un valle, muy estrecho en su cabecera y con bastante amplitud al O. Una parte importante de las tierras del término presentan pendientes superiores al 20 por 100 (27,5 por 100).
Bañan el territorio municipal el río de la Vega o del Soto y el arroyo de Arrevives.
El clima es de tipo mediterráneo continental templado. La temperatura media anual es de 15,1ºC. Los inviernos suelen ser suaves, con una temperatura media de 7,4ºC., alcanzando las mínimas absolutas valores de -3ºC. El verano es seco y templado con una temperatura media estacional de 23,7ºC y unas máximas absolutas que superan los 37ºC. La precipitación media anual es de 1.138,1 mm. La estación más lluviosa es el invierno (417,3 mm.) y la más seca el verano (58,6 mm.).
La formación fisiognómica predominante en estado natural es la aestilignosa, caracterizada por la presencia de castañares, robledales, alcornocales, junto a otras especies que componen el matorral: brezo, madroñeras, tojo, aulaga, etc.
La tasa de actividad en 1986 es muy baja, del 30,6 por 100. En la distribución por sectores se aprecia un predominio del primario, que acoge al 44,7 por 100 de la población activa, seguido por la construcción (32,8 por 100), servicios (18,3 por 100) e industria (4,2 por 100).
La superficie labrada representa el 51,7 por 100 del término municipal. Entre los cultivos destacan el olivar con el 90 por 100. El regadío representa un 5,9 por 100. El resto del término tiene vocación ganadera y forestal.
La estructura de la propiedad dominante es de tipo minifundista -el 80 por 100 de las explotaciones son menores de 5 ha.-. Entre las 467 Unidades Ganaderas censadas, sobresale principalmente el bovino (341).
Esta localidad gateña conserva importantes muestras artísticas, entre las que destaca la iglesia parroquial de San Martín de Tours. Se trata de un templo realizado en mampostería con refuerzos de sillar en los ángulos, portadas y estribos. Su interior se organiza en tres naves, la central más ancha, divididas en tres tramos por arcos de medio punto. La nave central cierra en techumbre plana, mientras las laterales lo hacen con una cubierta a un agua. El coro se sitúa a los pies y es de madera, elevado sobre tres arcos. La capilla mayor se cubre con bóveda de lunetos que simula falsa crucería. En su lado del evangelio hay un arcosolio sobre el que aparecen dos escudos y una inscripción en la que se aprecia el año de 1654. La sacristía se adosa al ábside por el muro del evangelio, carece de interés y se cubre con techo a un agua. El edificio tiene tres portadas, la de los pies y en los muros del evangelio y la epístola. Las tres son de sillar y se abren en arco de medio punto. Esta parroquia guarda importantes obras de arte, entre las que destaca el retablo mayor, una obra barroca del XVIII que guarda tallas de San Pedro, San Pablo, de la misma centuria, y de San Martín, moderna. Los frentes de las naves laterales acogen dos pequeños retablos, también barrocos, dedicados a San José, el del evangelio, y a la Inmaculada, el de la Epístola. El primero cobija las tallas del titular, del XVIII, y las de San Juan Bautista, del XVII, y la de San Antonio Abad, del XVI. Mientras que el segundo acoge tres magníficas tallas de la Virgen, en el nicho central una espléndida imagen dieciochesca de la Inmaculada Concepción, acompañada de una Nuestra Señora de Belén, del siglo XVI, y, en el ático, otra de Nuestra Señora de la Estrella, datable a fines del siglo XV. Pero, sin duda alguna, las piezas más importantes de este templo son los tres cuadros de Luis de Morales conservados en el presbiterio. Representan al Padre Eterno, San Matía y San Miguel y fueron realizados en la segunda mitad del siglo XVI. Proceden del antiguo retablo de la capilla de Ovando del convento de San Benito, Alcántara.
La torre campanario del templo está situada en la plaza del pueblo. Su cronología, siglo XVI, es anterior a la de la parroquia, realizada en el XVII con reformas del XVIII. Es una obra de sillería elevada en dos cuerpos y rematada por cornisa y gárgolas en los ángulos. Tiene dos puertas, una adintelada y otra de medio punto.
