Qué ver en Montfalcó Murallat

Montfalcó, envuelto de murallas milenarias constituye un extraordinario ejemplo de villa amurallada medieval en nuestro país.
Montfalcó Murallat es una fortaleza medieval en la cima de una colina, que domina la confluencia entre la riera de Vergós con el Sió.
Para el escritor Vidal Vidal ("Les rutes de Ponent"), es "sin duda, una de las localidades más peculiares, no ya de la Segarra, sino de toda Cataluña. Un caramelo para el paladar artístico de los viajeros."
Se trata de una singular villa amurallada, con una quincena de casas adosadas a la muralla perimetral con un solo acceso, una doble puerta de arcos adovelados en sentido perpendicular para reforzar la defensa del emplazamiento, que da a la plaza central de debía ser antiguamente el patio de armas.
Recorriendo la calle que bordea la muralla, se nos muestra una parte porcheada de gran interés arquitectónico, un horno comunitario, la cisterna que recogía el agua pluvial i los lagares del vino. Por fuera, siguiendo el viejo camino que rodea la fortificación uno descubre la sorprendente altura de las murallas y la no menos fascinante técnica constructora de los antepasados.
El encanto y misterio de Montfalcó, sumerge a su visitante en el tiempo, y la reminiscencia medieval le transporta en la época de señores feudales, caballeros y doncellas…
Diez siglos de historia, todo un viaje en el tiempo.
El origen del lugar es el castillo de Montfalcó surgido a raíz de la repoblación de la estrecha franja de territorio, en la marca fronteriza entre los sarracenos, la Marca de la Segarra. El territorio fue repoblado por el conde de Berga, Bernat I entre los años 1035-1049, y acaeció el extremo más meridional del condado de Berga, entre los condados de Osona y del Urgell. La primera noticia que se conoce de Montfalcó es del año 1043 cuando se cita el "termine Monte Falconi" en un documento de cesión de tierras realizada por el Conde Guillem de Cerdanya para repoblar el altozano de las Oluges al condado de Berga