Qué ver en Villahermosa
Villa situada en la parte más oriental de la provincia, limitando con Albacete, que comunica con la sierra de Alcaraz, Fuenllana e Infantes por carretera comarcal y con Montiel y Carrizosa por local.
El casco antiguo de la población está limitado, en uno de sus bordes, por la C-415.
La trama urbana está constituida por una red de calles de trazado quebrado y alineaciones irregulares que se abren en rincones y espacios de gran valor ambiental.
Las fachadas son homogéneas, distribuyéndose en manzanas cerradas de uso predominantemente residencial con dependencias y corrales de uso agrícola.
La edificación tipo es de dos plantas, paredes encaladas con cubierta de teja árabe sobre pequeños aleros con canecillos.
El espacio de mayor interés es la plaza donde se sitúa la iglesia parroquial de la Asunción, gótica tardía, del siglo XVI, con refundiciones de estilos posteriores. Es un excelente edificio religioso, de una nave y torre de escasa altura en un lateral a los pies de la nave.
Esta es de planta cuadrada en primer cuerpo y octogonal en el segundo, el remate es reciente (chapitel de pizarra). Destaca una magnífica portada gótica, de arquivoltas apuntadas y arco flamígero decorado, otra flanqueada por columnas exentas y la de la zona de los pies, plateresca.
Junto a ella la Casa Márquez, posiblemente del siglo XVII, con balaustrada de madera y alero sobre canecillos tallados. Ha sido restaurada.
Esta población conserva en la iglesia parroquial un interesante ejemplo de arquitectura efímera barroca, un Monumento de Semana Santa, que sirve de marco a un acto religioso.
Es de finales del siglo XVII o principios del XVIII. Consta de siete bastidores recubiertos de lienzo, a modo de bambalinas de teatro; el primero ocupa toda la altura de la nave y el resto disminuye hasta desembocar en el panel del fondo, provocando así el efecto de perspectiva barroco. Sus pinturas, a pesar de lo tardío, enlazan con el manierismo. En ellas hay escenas de la Pasión, hornacina pintada para la Custodia y remate con la figura de Dios Padre, todas de finalidad narrativa, didáctica y moralizante.
Fuera de la población, en el sitio llamado La Fuenlabrada, se encuentra un cortijo aislado, de fines del siglo XIX o principios del actual, en un paraje de gran belleza.
Es un ejemplo típico de este tipo de arquitectura, con varias dependencias y, en este caso, flanquedas por dos torres gemelas.
Junto al río Cañamares está el santuario de Ntra. Sra. de la Carrasca, al que se llega por la carretera local a Carrizosa y un camino en su margen derecha. Es un lugar de gran devoción comarcal con importante romería.
Es uno de los conjuntos de ermita-plaza de toros de la provincia. La ermita es del siglo XVI con reformas del XVII y XVIII. A los pies se encuentran los toriles y la plaza, a uno de sus lados, de planta cuadrada rodeada de dos alturas, una porticada con arcos de medio punto y superior de barandillas de hierro y columnas de fundición (antes de madera) colocadas en 1972. Se desconoce su origen aunque se habla de ella en 1444.
