Se sitúa al suroeste de Mérida, sobre un dominio que por el sur conecta con la Tierra de Barros, al pie de la sierra de su nombre, que con sus 610 m. constituye la altura más significada del entorno.
Es un gran centro rural, con 4.000 habitantes, hoy en periodo de evolución, aunque sin perder sus características tradicionales. El núcleo fue fundado a finales del siglo XIV por el Maestre santiaguista Lorenzo Suárez de Figueroa, uniéndose al mismo para su población las aldeas de Perales y Cubillana, esta última antiguo convento templario. En 1559 se hizo Villa independiente.
Su nombre primitivo fue Arroyo de Mérida, por pertenecer a esta ciudad, adoptando posteriormente el apelativo de la sierra que lo resguarda.
Actualmente depende de Montijo -Vegas bajas del Guadiana-.