Parece ser que los fenicios y griegos fundaron aquí una comunidad de pescadores y comerciantes, sin duda atraídos por las condiciones favorables que siempre han existido para el atraque de barcos en esta zona de la costa almeriense, y que amparados por sus bellas playas y fondeaderos establecieron colonias de intercambio comercial.
Actualmente la Torre del Esparto o de los Bajos, la Torre de Cerrillos y la del Castillo de Santa Ana o de las Roquetas se consideran como monumentos andalusíes. Así, la Torre del Castillico, entre la Mojonera y Roquetas de Mar, es un testimonio del sistema defensivo medieval, junto con la torre originaria del actual puerto, que formaba parte del Castillo de Santa Ana, destruido por un terremoto en el siglo pasado.