Hoteles con encanto en Melilla

Junto con Ceuta, Melilla es la segunda ciudad autónoma inmersa en el continente africano. Su proximidad a Marruecos ha influenciado mucho en sus tradiciones, sus paisajes y sus construcciones. A pesar de tener un marcado estilo modernista español del siglo XX, la cercanía africana ha determinado algunos aspectos de la cultura y de algunas edificaciones.

Las temperaturas, por su cercanía al mar, son templadas y húmedas, aún así no suelen bajar de los 12 grados durante la temporada de invierno. Un lugar ideal para viajar en cualquier época del año.

A lo largo de la historia han convivido cuatro culturas: cristianos, musulmanes, judíos e hindúes, aunque estas dos últimas han ido perdiendo influencia en la ciudad con el paso del tiempo. Aun así, musulmanes y cristianos, mantienen unas relaciones cercanas.

El hecho de convivir dos culturas, hace que la gastronomía también tenga toques cristiano-árabes. Tortilla, garbanzos, arroz al horno, msemen, cuscús y coquina son algunas de las representaciones de ambas civilizaciones en las mesas de la ciudad.

Y lo mismo ocurre con los edificios tradicionales. Es frecuente encontrar en muchas viviendas de Melilla, aljibes en los que se almacena el agua caída de la lluvia para posteriormente ser utilizada durante los meses de sequía. Una construcción que los árabes implantaron en Melilla pero también en toda la península.

Existen decenas de hoteles construidos en antiguas viviendas donde ahora, en pleno siglo XXI, es posible, alojarse y contemplar en primer plano la belleza de las construcciones y del arte árabe.