Estuvimos un fin de semana a primeros de marzo y la experiencia fue extraordinaria.
Empezando por Antonio que es un excelente anfitrión y una persona realmente agradable en el trato, dando facilidades en todo.
La casa es una maravilla, amplia, limpia, cómoda y con todo lo necesario.
Las zonas exteriores otra maravilla con amplios espacios de sosiego y actividades como ping pong o baloncesto. La piscina no la llegamos a utilizar por estar fuera de temporada pero en verano tiene que ser maravilloso.
El pueblo es tranquilo pero con lo suficiente para hacer compras básicas, así como dar buenos paseos por él o por el campo con la ermita de la Milagra como punto destacado.
Un placer nuestra estancia y volveremos a repetir si es posible.
Empezando por Antonio que es un excelente anfitrión y una persona realmente agradable en el trato, dando facilidades en todo.
La casa es una maravilla, amplia, limpia, cómoda y con todo lo necesario.
Las zonas exteriores otra maravilla con amplios espacios de sosiego y actividades como ping pong o baloncesto. La piscina no la llegamos a utilizar por estar fuera de temporada pero en verano tiene que ser maravilloso.
El pueblo es tranquilo pero con lo suficiente para hacer compras básicas, así como dar buenos paseos por él o por el campo con la ermita de la Milagra como punto destacado.
Un placer nuestra estancia y volveremos a repetir si es posible.