El alojamiento se encuentra en un lugar muy bonito y cerca de Donosti, Victoria, Bilbao o Pamplona. Fenormal la atención, el alojamiento, el lugar. El propio pueblo es agradable y muy bonito con planes también, tiendas, cafeterías, montaña, pintxos. Volveré.
Bonita experiencia, paseos increíbles, la casa una pasada muy cómodo el txoko donde pasamos buenos ratos al lado de la chimenea. Y Valen la dueña muy maja nos ayudó a elegir rutas, donde comer, en fin experiencia para repetir.
“Soy una persona que disfruta con el trabajo con mostrar nuestra tierra y costumbres y que estar a encantada de recibiros en su casa para que estéis como en la vuestra.”