Opinión de Antonio Angulo Daneri sobre Los Picapiedra

Marzo 2017 - Amigos
Un lugar que no parece Madrid... a 60 km de Madrid
Imagínense esto: allí arriba en la montaña no paraba de nevar (una nieve muy lograda con la que los niños ya habían hecho un muñeco y jugado a lanzarse bolas) y a pocos metros, en una especie de cobertizo-zona chill out con chimenea, las cuatro familias reunidas nos alternábamos entre cantar y bailar con los niños, preparar la cena y las bebidas para la post-cena, y avivar el fuego del hogar con más leña. Fuimos 11 un fin de semana: ocho adultos y tres niños. Y cuando paró de nevar y empezó a llover y la nieve empezó a derretirse, dimos varios paseos por los caminos que llevan a la cima del Pico de la Miel. Todos estuvimos muy contentos, especialmente los más pequeños, que además se quedaron boquiabiertos cuando vieron volar a seis o siete buitres a baja altura. Por lo demás, el anfitrión, Alberto, es tan simpático como generoso y cuidadoso de los detalles (nos dejó hasta un iPad para que navegáramos a nuestro gusto), y su chica, Noelia, igual o más: nos preparó una canasta con productos para el desayuno que incluía leche, zumo de naranja y ¡magdalenas y bizcochos preparados por ella misma! Un lujo, vaya.
Lo mejor: La casa y la sincera generosidad de los anfitriones.
Lo mejorable: Nada. Por pedir, se puede pedir lo que sea. Pero la prueba de que no hace falta tanto es que aun teniendo una gran oferta de actividades de ocio proporcionada por los anfitriones (TV por satélite, películas, una docena larga de juegos de mesa, etc.), al final preferimos lo que nos hace falta en la ciudad: campo, nieve y aire libre. Y limpio; o sea, sin la contaminación nuestra de cada día.
Publicado el: 02/03/2017
Calidad/Precio 10
Trato 10
Instalaciones y servicios 10
Limpieza 10
Confort 10
Situación 10
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