Estuvimos con un grupo de amigos hace un par de semanas y superó ampliamente nuestras expectativas que ya de por sí eran altas.
El lugar es maravilloso y con un encanto muy especial, diferente e inigualable. Está muy bien equipado y tiene una piscina y unos jardines que te hacen sentir como si fueras un personaje del cuento de las mil y una noches. Y si ya es precioso durante el día cuando cae la noche y se enciende la iluminación del jardín te ves transportado a un entorno totalmente mágico que te hace olvidar que esté a tan solo una hora de Madrid.
Por lo demás, el trato que nos brindó Héctor, su dueño, fue muy bueno, siempre atento y amable. Se nota lo mucho que ama el oasis de paz que ha creado y sabe como trasmitirte ese cariño.
En resumen, volvimos con las pilas recargadas al máximo y enamorados del oasis de paz que nos encontramos. Repetiremos sin duda siempre que podamos porque un cachito de nuestras almas se quedaron allí atrapadas.
El lugar es maravilloso y con un encanto muy especial, diferente e inigualable. Está muy bien equipado y tiene una piscina y unos jardines que te hacen sentir como si fueras un personaje del cuento de las mil y una noches. Y si ya es precioso durante el día cuando cae la noche y se enciende la iluminación del jardín te ves transportado a un entorno totalmente mágico que te hace olvidar que esté a tan solo una hora de Madrid.
Por lo demás, el trato que nos brindó Héctor, su dueño, fue muy bueno, siempre atento y amable. Se nota lo mucho que ama el oasis de paz que ha creado y sabe como trasmitirte ese cariño.
En resumen, volvimos con las pilas recargadas al máximo y enamorados del oasis de paz que nos encontramos. Repetiremos sin duda siempre que podamos porque un cachito de nuestras almas se quedaron allí atrapadas.
Muy recomendable.